Entrevista a Tomás Loewy

¿Qué lo llevó a escribir un libro sobre ordenamiento glocal?
El libro es la maduración de un largo proceso de experiencias y evolución personal, desde varias vertientes disciplinarias. Para el desarrollo, siempre tuve compromiso con lo institucional, lo nacional y lo sistémico. Hace varios años detecté que habia una gran subestimación, mas o menos deliberada, del gran impacto de los cambios mundiales sobre la vida local/nacional y viceversa. Cuando encontré el titulo, en un par de años pude publicarlo y me abrio muchas puertas y nuevas perspectivas. A tal punto, que ya estoy trabajando en la profundización de esos contenidos.
¿Por qué el actual modelo de agronegocios acelera el colapso ambiental, la polarización social y la generación de autocracias?.
Es una pregunta muy abarcativa y esta bien, porque no hay compartimentos estancos entre economia, tecnología, ambiente y sociedad. El llamado agronegocio es un mal sucedaneo de la la agricultura familiar o campesina y el desarrollo local: una sintesis de la mercantilización del alimento, que no aporta a la seguridad alimentaria y ambiental.
La polarización social y las autocracias no son independientes de la agricultura, pero remiten a una metacrisis mundial. Desde hace 50 años, las capacidades de los estados-nación se subsumieron a una elite de poder económico y tecnológico, supranacional. En ese contexto, la desigualdad y el descontento social aumentó significativamente erosionando las democracias.
Sostengo que estamos transitando una tercera guerra mundial, donde el conflicto central es entre democracia y autocracia. La gran estrategia del poder real (o plutocracia mundial) es la fragmentación, la desinformación y la negación, encontrando mayores afinidades en el autoritarismo.
¿Cuáles son los beneficios de orientar la agricultura a la producción local de alimentos y empoderar a las comunidades para crear unidades de producción sostenible?
El complejo agroalimentario puede llegar ser un gran disciplinador para promover una sociedad mundo, teniendo en cuenta su transversalidad y capacidad multifuncional. Es compatible con un ordenamiento territorial -como politica de estado- y porque no, con una visión glocal sinérgica. En esa línea, es necesario desplazar el poder jerarquico hacia una politica local y heterarquica, basada en comunidades y municipalidades autónomas.
Las unidades productivas pequeñas y medianas son los únicos sistemas que pueden alcanzar sostenibilidad (por su escala). Por esa última condición, facilitan la descentralización y desconcentración, por todo concepto. Para lograr esto hay que invertir en la sostenibilidad, de esas unidades, que es un diferimiento a futuro pero de alta rentabilidad. Esta propuesta, esbozada en el libro, podría ser una segunda «Gran Transformación», parafraseando la que describió Karl Polanyi en 1944, pero positiva.
¿Qué otros impactos positivos traería? ¿Por ejemplo la instalación de personas y familias en comunidades rurales y pueblos, en lugar de quedar en los suburbios de grandes ciudades?
Saldríamos de una racionalidad instrumental y economicista, para pasar a una racionalidad ambiental y funcional. Volveríamos «al lugar», como asiento del arraigo y de una sana relación, con nosotros mismos, con los demas y con la naturaleza. Acercariamos la producción al consumo, promoviendo un desarrollo horizontal y ascendente. Las grandes ciudades y la conurbación priorizan lo macro y lo crematístico, despreciando la escala humana. La comunidad local y el municipalismo, con buenas cartas organicas, abririan un horizonte de futuro con resiliencia y previsibilidad. De hecho, el comienzo de un ordenamiento con visión glocal comienza así.
¿Qué es la agricultura regenerativa y cómo se está instalando en zonas de la pampa húmeda?
La llamada agricultura regenerativa es una impulso más, con el fin de mejorar el ambiente y la inocuidad de los alimentos. Sin embargo, hay que alertar sobre la cooptación y vaciamiento -del término- por los intereses dominantes. Ocurre que la sostenibilidad, integral y sistémica, es muy «subversiva» para los grandes intereses corporativos. De hecho, no hablan de sistemas sino de cadenas o modelos productivos y fusionan -no ingenuamente- sostenibilidad con ambiente. Esto último es una falacia porque omiten, entre otras cosas, la componente social que incluye equidad intra e intergeneracional.
Otros comentarios y mensajes del libro
El objetivo del libro es una contribución a instalar nuevas agendas, demandas y agencias. El nucleo central reside en una resignificación del término «glocal», despues de las grandes definiciones de Ronald Robertson y Ulrich Beck. Ellos explicitaron la complementariedad y dialéctica, entre ambas escalas. Trato de introducir a esta relación una condición sinérgica, a través de la sostenibilidad, que ya no seria una opción sino una elección de vida.
Ahora estoy trabajando en una profundización de esa idea, tanto en el diagnóstico como en las estrategias de transición. El módulo histórico ya es, como máximo, anual y en ese vértigo todo debe ser más temprano que tarde. El aspecto cultural será decisivo para cualquier cambio estructural: en el lenguaje, las conexiones y conciencias, diferenciando falsas y verdaderas dicotomías. En ese camino, la utopía nos conduce a generar una secuencia de democracia, sostenibilidad y gobernanza glocal.
Tomás Loewy – Ing. Agr. (Ms.Sc.) – Bahía Blanca
tomasdarre@gmail.com – www.proyectodepais.com.ar
Adaptado de una primera aproximación en Tiempo Argentino (12/05/25)













